Regresa el dumbphone Nokia 3310

Nokia sorprende a todos en el Mobile Word Congress

Entre los pasados días 27 de Febrero y 2 de Marzo, tuvo lugar en Barcelona el Mobile World Congress. Este congreso es considerado el más importante de su sector y presenta cada año las grandes novedades en telefonía móvil, congregando a los líderes del ramo y, este año, batiendo récords de asistencia con más de 100.000 visitantes. La novedad más sorprende este año va de la mano de la Nokia.

Nokia 3310 fira barcelona

Como era de esperar en semejante ambiente, los gigantes del sector móvil presentaron sus modelos más avanzados y potentes. Diseños innovadores, nuevos materiales y tecnologías rompedoras, desde un dispositivo con cámara dual, a una batería ultra rápida capaz de cargar por completo en 20 minutos, pasando por un impresionante proyector capaz de convertir cualquier superficie en una pantalla táctil.

Un protagonista inesperado: Nokia 3310

Pero entre tanta innovación, para sorpresa de todos, ha habido una estrella insospechada: el Nokia 3310. Y no, no hemos vuelto al año 2000. Con un aspecto renovado, llamativos colores y una pantalla a color, el buque insignia de la marca finlandesa ha regresado. Sus especificaciones son las propias de un dispositivo móvil de otra década: con una cámara de 2 megapíxeles, conexión 2G que hará más que difícil cargar una página con imágenes, teclado físico alfanumérico y por supuesto sin WhatsApp ni aplicaciones similares, este ‘dumbphone’ está diseñado para cumplir las tareas más básicas e indispensables de forma simple.

Nokia

En la época en que el prefijo ‘smart’ se aplica a casi cualquier dispositivo, como relojes, pulseras, televisores y hasta electrodomésticos, la vuelta a la palestra de los “teléfonos tontos” es más que llamativa.

Este tipo de terminal se enfocaba hasta ahora a quienes por edad o condición no estaban familiarizados con la última tecnología y sacrificaban ciertas funcionalidades en pos de la simpleza. Pero es evidente que el target medio de un evento como el MWC no es ni mucho menos este tipo de usuario, sino todo lo contrario: son profesionales y/o aficionados al mundo tecnológico, exigentes y críticos.

Lejos de ser una anécdota, o producto de la nostalgia, el éxito del Nokia 3310 responde a un problema que cada vez más usuarios sufren: la saturación tecnológica. En una sociedad conectada hasta el extremo, la desconexión temporal de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea se convierte en un oasis para muchos. Esta situación puede conducir a estos usuarios a rechazar ciertos tipos de tecnología.

La presentación del Nokia 3310 plantea preguntas

¿Es realmente posible la desconexión?

Sin embargo, existe una duda razonable. Aunque en su vida personal haya quien desee aislarse de esta red global, el mundo laboral y social marca un ritmo que un dispositivo anticuado difícilmente puede seguir. La tecnología está tan integrada en nuestras vidas, que se hace casi imposible prescindir de ella, incluso cuando en ocasiones pueda saturarnos.

Nokia video

Por esta razón, se debe tomar este regreso con prudencia. Los teléfonos básicos (como el Nokia 3310) están dejando de ser exclusivos de profanos tecnológicos, pero tampoco se convierten en una primera opción. Su papel podría ser el de un segundo terminal al que recurrir en el tiempo libre, sin renunciar a las comodidades y ventajas del progreso, pero sin comprometer la intimidad ni el descanso.

¿Qué puede suponer para la industria?

Es cierto que podemos estar ante una simple estrategia de marketing y que el ruido y la expectación generados en el MWC sean producto de una elaborada campaña, pero no debemos obviar la otra posibilidad, y es que estemos ante los inicios de un cambio en las exigencias de los consumidores y, por tanto, una modificación en la industria y en el tipo de lanzamientos e innovaciones que veremos en los próximos tiempos. Es un detalle a tener en cuenta que, cuando mayores inversiones se realizan y más importantes avances se consiguen, no se logre causar un impacto equivalente. Un punto que puede llevar a los principales actores de esta industria a modificar sus estrategias y previsiones.

De momento, no hay ninguna certeza y, entre la incertidumbre, sólo hay algo que podemos hacer: esperar a la MWC 2018.

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