Las empresas y los particulares contra la obsolescencia programada

Esta técnica de reducir la vida útil de los productos de forma deliberada se ha ilegalizado en países como Francia y está en proceso de aprobación en Bélgica y Alemania.

La obsolescencia programada es una técnica que se lleva utilizando en la industria desde hace unas cuantas décadas. Con el auge de la industria, las empresas de productos de consumo americanas se dieron cuenta de que  producían a un ritmo mayor de que el mercado era capaz de consumir. Medias de nailon que no se rompían, bombillas con más de un siglo de vida útil y un sinfín de productos, que por su excelente calidad, no necesitaban ser remplazados en un periodo de tiempo corto.

Esta práctica ya instaurada en la industria tecnológica ha sido perfeccionada hasta el punto de poder programar que día dejará de funcionar un despertador, cuantas hojas puede imprimir una impresora antes de dejar de funcionar o cuantas veces puedes recargar un Smartphone antes de que empiece a fallar la batería.

A día de hoy es una preocupación, tanto para las empresas como para los propios particulares. Por esta razón la Fundación Feniss ha lanzado su sello ISOPP (innovación sostenible sin obsolescencia programada). Este sello, que se otorgará de forma gratuita a las empresas que lo soliciten,  garantizará que los productos de esas empresas no tienen programada en su diseño una fecha de caducidad.

Por otro lado la fundación ofrece ayudas a diversos emprendedores que presenten proyectos de carácter innovador y que representen todo lo contrario a la obsolescencia programada.

Desde AXPE Consulting apoyamos esta iniciativa