Si conseguimos el email de contacto del director general de una gran corporación tenemos un mundo ganado ya que tenemos acceso directo a su bandeja de entrada sin pasar por los filtros previos. Pero no debemos cantar victoria antes de tiempo, si no redactamos bien el email y usamos el lenguaje adecuado el receptor nos puede mandar a la carpeta de spam y nunca más podremos contactar con el.
Para ayudarnos en esta tarea una serie de profesionales han explicado en la revista Forbes cuál es la mejor manera para captar la atención de nuestro contacto VIP y seducirle para que nos dé una oportunidad.
Kathy Caprino, una coach especializada en productividad, propone en la famosa revista que no envíemos el típico email diciendo “soy fulanito y mi empresa es la mejor”, lo primero que debemos hacer es estudiar muy bien a nuestro contacto. Cuanto más sepamos sobre el negocio, su actividad en redes sociales y el sector, contaremos con más argumentos para realizar una toma de contacto que logre interesar al receptor. Seguramente sólo tengamos una oportunidad para contactar con el por eso es muy importante trabajar en el email que vamos a mandar antes de hacerlo si no queremos caer en el olvido para siempre.
Recibir un correo de un desconocido aumenta las posibilidades de que el email sea borrado al instante. Auren Hoffman, CEO de LiveRamp sabe perfectamente qué tipo de correos consiguen fragmentar la muralla defensiva y lo que el propone para superar ese obstáculo es buscar un contacto intermedio que nos pueda introducir. Tener a un conocido común que interceda en la toma de contacto aumentará muchísimo las probabilidades de que nuestro email sea leído por el contacto VIP. Pero procura no forzar al contacto intermedio, la idea es que hable bien de nosotros y lo haga con conocimiento de causa, si le obligamos a contactar debido a nuestra insistencia puede que únicamente lo haga por no quedar mal y el email no vaya a más.
Una vez hayamos cumplido los dos pasos previos ve al grano, tras los esfuerzos realizados para lograr el primer contacto con el Director General no queremos aburrirle con información que no le interesa. Debemos ser concisos, el destinatario seguramente dispondrá de poco tiempo y el poco tiempo que nos concederá lo debemos aprovechar. Debemos redactar un texto lo suficiente largo como para ofrecer una propuesta de valor que realmente interese al destinatario, o al menos despertar su curiosidad.
Si hemos realizado correctamente los pasos anteriores debemos lograr que el contacto con el directivo no quede sólo en el email, del mismo debemos lograr una reunión, una llamada o poder realizar una visita. Para eso en el cierre del correo debemos indicar muy cortésmente que nos gustaría visitar o ponernos en contacto más directo con él o ella. Si la persona contactada no ha dado señales de vida no tires la toalla, no significa que la propuesta no le interese sino que posiblemente ha sido interrumpido por algún asunto más urgente. En este caso debemos enviar un recordatorio al cabo de una semana intentando no ser pesados.
