Ya os hemos hablado en varias ocasiones del Internet de las cosas y la relevancia que tendrá en el futuro, un futuro en el que todos los aparatos electrónicos estén conectados entre sí y se comuniquen.
IDC, una firma de análisis de mercados, ha hecho públicas recientemente sus previsiones para el mercado de Internet de las cosas para lo que queda de año en Europa, Oriente Medio y África. Los datos son muy positivos pues reflejan que el sector experimentará un crecimiento del 22% este año, sumando unos 14.000 millones de facturación total.
El crecimiento es fruto de una sólida posición que el Intenert de las cosas está tomando en la agenda de los CEO de muchas industrias verticales como fábricas, transporte, salud, gobierno, servicios públicos o el comercio minorista. Entre los casos de éxito detectados destacan proyectos relacionados con la mejora en la gestión de activos, transporte público automatizado, señalización digital, redes inteligentes, vehículos conectados y aparatos inteligentes.
Pero el Internet de las cosas no se puede aplicar sólo alas empresas, también hay países que se están aprovechando de los avances tecnológicos en este aspecto para solucionar sus problemas de base. Un caso paradigmático es el de los países del Golfo, quienes están haciendo un especial hincapié en la soluciones de monitoreo de la salud de forma remota con el fin de mitigar el rápido aumento de las enfermedades crónicas en la región.
Uno de los sectores más avanzados en el Internet de las cosas es el del automóvil en el cual ya se están probando los coches autónomos que se comunican entre sí y su entorno para circular sin necesidad de que alguien controle el coche. Esta parcela crecerá un 55,3% respecto al año pasado gracias a los nuevos modelos y el creciente interés de los consumidores europeos por este tipo de vehículos.
