El crecimiento y la demanda de Internet en los últimos años ha sido exponencial, y se prevé un crecimiento incontrolado para un futuro no tan lejano. Este afecta directamente a las redes de telecomunicaciones que ofrecen este servicio. Es imprescindible las búsqueda de nuevas alternativas y mejoras que adapten la red a las demandas futuras. A pesar de que se ha empezado a invertir en el aprovechamiento de las redes actuales, ninguna arquitectura de red actual está diseñada para satisfacer las demandas futuras. Existen muchas limitaciones:

• Complejidad en aumento: Los protocolos resuelven problemas específicos y no abarcan una solución conjunta, por lo que se vuelve una abstracción continuada.
• Escalabilidad inalcanzable: La demanda de datos aumenta muy rápidamente, y la red debe crecer de la misma forma. Pero la red se vuelve más compleja con la suma de cientos de miles de dispositivos, los cuales deben ser configurados y gestionados.
• Dependencia con fabricantes: Perseguir estas capacidades no sólo depende de la gestión de la red, sino que hay una dependencia con los equipos. Este crecimiento se ve frenado por los ciclos de producción de los equipos por parte de los fabricantes, que pueden demorarse hasta más de tres años.

Por otro lado, la aparición de nuevos y numerosos servicios de red, están llevando a la red tradicional a sus límites. Algunos ejemplos son:

• Mayor recorrido en el tráfico: A diferencia de las aplicaciones cliente-servidor, las aplicaciones actuales crean tráfico máquina a máquina, ya que hay muchos más elementos intermedios como bases de datos y servidores antes de devolver los datos al usuario final.
•  Gran auge de los servicios de cloud computing: esto ha tenido una gran acogida, dado a la necesidad de aumentar la agilidad, la infraestructura y la seguridad de los diversos servicios. Se requiere por tanto, una escalabilidad dinámica para la computación, almacenamiento y gestión de recursos.
• Big Data y ancho de banda: Son directamente proporcionales. Para manejar Big Data se requiere el procesamiento masivo de miles de servidores. Esto conlleva un demanda proporcional de ancho de banda al proveedor de red.

Con intención de dar respuesta a las necesidades anteriores entre muchas otras, salen a la luz las redes definidas por software (redes SDN). Estas redes evitan al administrador de la red gestionar los servicios “a bajo nivel” (en cada equipo). La red puede adaptarse al entorno en función de su tráfico y del tipo de servicios en un momento dado. Lo que permite ofrecer una calidad acorde a las necesidades de la red en cada momento. Esto es posible centralizando el control de la red en un solo elemento que pasa a denominarse “controlador”. De esta manera, tendremos el control de la red en una aplicación software, dejando a los equipos únicamente la función de envío de datos. Algunos de sus beneficios:

1.  Posible reducción del uso de equipos ya que existe la posibilidad de reutilizar Hardware.
2. Existe un control de los elementos de red, como routers o switches, que permite configurar y gestionar la red de forma más sencilla. Esto implica un menor tiempo de gestión, y una disminución de error humano.
3. Son redes ágiles y flexibles, ya que permiten desplegar aplicaciones o servicios rápidamente. Además ofrece una mayor programabilidad de los equipos.
4.  Totalmente impulsoras de la innovación, ya que permiten crear nuevos tipos de aplicaciones y de negocio a las empresas.

Por todo esto, Axpe ha decidido ser uno de los primeros actores en elaborar herramientas automatizadas para el testing de redes SDN, metiéndose de lleno en el área de I+D+i. La investigación que se va a llevar a cabo en el proyecto, no sólo podría mejorar significativamente el rendimiento de la tecnología desarrollada por la empresa, si no que también supondrá una innovación significativa en el estado del arte; dado que el diagnóstico de fallos en redes autonómicas está aún considerado como un reto por los expertos.