Son varias las empresas que están luchando por ganar una carrera que hasta hace poco tiempo parecía imposible: lograr un coche que se conduzca sólo. Google ya está haciendo pruebas con un modelo experimental por las calles de California. Apple ha reclutado a tantos ingenieros expertos en motores eléctricos que incluso alguna pequeña empresa ha ido a pique por ello.