El boom de las empresas tecnológicas en Silicon Valley está atrayendo cada vez a más financieros de Wall Street a la costa oeste de Estados Unidos. El último en hacer el viaje de costa a costa ha sido el director financiero de Blackstone, Laurence Tosi, al fichar por Airbnb.
Nuevos retos y sueldos que alcanzan las siete cifras son la clave para que muchos expertos inversores cambien la seria y fría costa este por el área geográfica en el que todo el mundo tiene los ojos puestos, el Valle del Silicio (Sillicon Valley) donde están las sedes de las mayores empresas tecnológicas del mundo.
El hasta ahora director financiero de Blackstone pasará a desempeñar el mismo cargo pero en Airbnb, famosa empresa de alquiler de apartamentos. No es el primero, ni será el último, de los grandes directivos de Wall Street en trasladarse a la costa oeste ya que los inversores de las compañías tecnológicas quieren potenciar el aspecto financiero de las compañías tecnológicas que crecen a gran velocidad y buscan cambiar el rumbo del mercado.
Airbnb se encuentra inmersa en una negociación para conseguir una nueva ronda de financiación que elevará la valoración de la firma hasta los 25.000 millones de dólares. No se ha conocido el salario exacto que tendrá el ex Wall Street pero se espera que reciba una participación en la firma que podría valer millones de dólares si se produjera una salida a bolsa.
El ascenso de las firmas tecnológicas en la costa oeste ha forzado a Wall Street a replantearse sus estrategias de cara a los empleados para así poder retener el talento. Algunas firmas han respaldado políticas que obligan a sus nuevos empleados a obtener un MBA a cargo de la empresa, en parte porque las start ups y las firmas tecnológicas ofrecen atractivas alternativas en las mejores universidades del país, que incluye algunos de lo másters más caros.
