Tecnologías que cambiarán el futuro

robots

El futuro que muchos imaginaban todavía no ha llegado a convertirse en presente. Los coches voladores, las máquinas del tiempo o los robots con inteligencia humana siguen siendo cosa de las películas de Hollywood, que siguen haciendo soñar al hombre de a pie con dedicar su vida al disfrute mientras todo tipo de máquinas y robots velan por su comodidad. Pese a ello, lo cierto es que el ser humano sigue avanzando con paso firme hacia un futuro parecido al que muchos imaginaban.

Vehículos autónomos y eléctricos

Uno de los avances que está dando mucho que hablar es el de los vehículos autónomos, es decir, los que no precisan de un conductor para poder desplazarse. En torno a esta idea ya se han hecho experimentos en países como Japón, donde se pretende implantar taxis robotizados para las olimpiadas de 2020, mientras muchas marcas, como Volvo, se lanzan a investigar este tipo de innovaciones. Apple, por supuesto, está a la vanguardia de esta tecnología y está dedicando importantes esfuerzos en este sentido.

Implantes cerebrales

Otra de las grandes fantasías del ser humano. ¿Quién no se ha imaginado memorizando libros en apenas unos minutos o aprendiendo nuevas habilidades en un abrir y cerrar de ojos, al más puro estilo Matrix? Pese a que estos avances parecen mucho más lejanos que el vehículo autónomo, muchas son las investigaciones al respecto y muchos los experimentos realizados. En EEUU, por ejemplo, científicos estadounidenses lograron implantar un chip de memoria en una rata.

Los robots, ¿mito o futuro real?

Quizás esta sea la posibilidad con la que más se ha fantaseado desde hace años. Poco a poco la robótica va evolucionando, permitiendo que las máquinas transporten objetos de manera autónoma, los clasifiquen y, en definitiva, sirvan de herramienta al ser humano. Sin embargo, todavía no ha llegado a nuestras vidas ese fantástico robot con inteligencia artificial aunque sometido a la voluntad del humano. Lo más parecido que conocemos hasta la fecha es el robot Pepper, capaz de comunicarse con personas e interpretar sus emociones, que ya ha sido usado por algunas marcas como dependiente.

Desconfianza en la tecnología

Pese a todos estos avances, su desarrolo e implantación definitiva depende en gran parte de la confianza que tengamos en ellos. Como es lógico, todavía somos reticentes a que algo sea controlado por una máquina sin que un humano lo supervise, por lo que también deberemos poner de nuestra parte para conseguir que el futuro deje de ser una mera hipótesis.

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