El proceso de selección de candidatos

Todo el mundo que busca un empleo tiene que pasar por una entrevista de trabajo. Pero en las primeras ocasiones en las que nos enfrentamos a un reto como este surgen las dudas.¿Qué es lo que buscan? ¿Se ajusta mi perfil al puesto ofertado? ¿El formato de mi currículum es el adecuado? ¿Cuáles de mis valores he de potenciar para destacar por encima del resto de los candidatos? Las dudas al enfrentarse al entrevistador, la falta de seguridad al hablar de nuestros conocimientos o aptitudes, un aspecto personal descuidado o el propio nerviosismo pueden ser factores que nos perjudiquen en una entrevista y no nos permitan conseguir alcanzar ese puesto de trabajo que tanto deseamos. Pero, ¿Cuál es la mejor manera de enfrentarse a una entrevista de trabajo?

Preparación previa Antes de llegar a una entrevista de trabajo hay que estar preparado para ella. La primera imagen que las empresas tienen de los diversos candidatos es a través de sus currículums, en los que no sólo se valoran los datos que incluyen, sino su presentación. Esta ha de ser lo más formal posible, incluyendo todos los datos personales (nombre y apellidos, teléfonos de contacto, dirección postal y de correo electrónico), académicos y profesionales que podamos aportar. Muchas páginas de internet y la práctica totalidad de los programas de edición de texto incluyen plantillas de currículum que podemos utilizar y que se ajustan a las necesidades de presentación de este tipo de documentos. Las cartas de presentación son un elemento muy importante, en el que debemos destacar, de forma breve y concisa, nuestros mejores valores, así como exponer una declaración de intenciones sobre el puesto al que se opta y los motivos por los que pensamos que somos la persona adecuada.En estos aspectos, y sobre todo en aquellas personas que está buscando sus primeros empleos, hay que cuidar dos puntos que, debido a la inexperiencia, muchos candidatos pueden pasar por alto: la fotografía y la dirección de correo electrónico.Las fotografías de los currículums han de ser lo más actuales y formales posibles, mejor si son del tipo que se suelen utilizar par los documentos de identidad. No nos olvidemos que es la única imagen nuestra con la que cuentan los departamentos de selección de las empresas. Ha de ser formal para transmitir profesionalidad, y actual para ajustarse a la realidad.Otro aspecto que muchas veces se pasa por alto en las primeras entrevistas de trabajo es la necesidad de contar con una dirección profesional de correo electrónico. También ha de ser lo más formal posible, ya que es un aspecto más de nuestra imagen que no se debe descuidar. Hay que huir de los apodos usados para los servicios de mensajería instantánea y contar con una dirección “profesional”.

La entrevista de trabajo: Una vez pasado el primero de los filtros de los procesos de selección, llega el momento de la entrevista de trabajo. El ponerse cara a cara con una persona que nos va a valorar, tanto por lo que ya nos conoce a través de nuestro currículum, como por nuestro aspecto, preparación y modo de enfrentarnos a las preguntas que nos planteen.Antes de acudir hemos de recopilar la mayor cantidad de información no sólo de la empresa que nos entrevista, sino del propio puesto de trabajo que se oferta. Las páginas web corporativas son el primer lugar en el que todo el mundo busca, y en ellas podremos encontrar gran cantidad de datos que nos puede ser muy útiles a lo largo del proceso de selección. Antes de entrar en la entrevista hay algunas cuestiones que sabemos que nos van a plantear, y tendremos que tener ya preparada una respuesta. Lo más común es que nos pregunten sobre nuestra formación, experiencia laboral, tipo de proyectos en los que se ha participado y pretensiones económicas. Además, si el puesto está relacionado con cuestiones técnicas, es posible que nos hagan una pequeña evaluación sobre nuestros conocimientos para valorar el grado de preparación. Nuestras respuestas han de ser concretas y directas, sin divagaciones para demostrar nuestra seguridad sobre los temas de los que hablamos. La valoración de los conocimientos técnicos es el momento clave de la entrevista. Se ha de demostrar la preparación para el puesto ofertado, y la capacitación para resolver los problemas y plantear soluciones ante las dificultades que nos puedan surgir. Así mismo, este es el momento de plantear a la persona que nos entrevista todas aquellas cuestiones que creamos necesarias, para poder contar con todos los datos sobre la oferta de trabajo que creamos necesarios y no nos hayan quedado claros hasta ese momento.Hemos de saber que estos procesos de selección suelen tener un carácter dinámico, por lo que seguramente tendremos que superar más de una entrevista con personas distintas, y que según vaya avanzando el proceso el demostrar nuestra capacitación técnica para el puesto será lo más importante.

El final del proceso de selección Superado el proceso de entrevistas, y llegados a un acuerdo en los términos del contrato, ya sólo nos queda la firma del mismo. Normalmente, la gran mayoría de las empresas suelen ofrecer la firma de un precontrato, como garantía de su oferta de trabajo a la persona seleccionada, así como de compromiso por parte del trabajador de la aceptación de la oferta. En este documento, que debe ir firmado y sellado por la empresa, y del que el trabajador ha de firmar y entregar una copia, queda reflejado tanto el sueldo que se va a percibir, el tipo de contrato, la categoría profesional del puesto y la fecha de incorporación.Ya sólo queda, en la fecha acordada, presentarnos en nuestro nuevo puesto de trabajo, firmar el contrato que nos une con la empresa y comenzar con nuestras nuevas responsabilidades.

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2 Comments

  1. Me he leído el artículo y está bien, pero se enfoca a personas con estudios universitarios.
    Me gustaría saber cómno se ha de enfrentar a una entrevista de trabajo una persona de 27 años que no llegó más allá del COU y que por causas ajenas a su voluntad ha tenido que cambiar con frecuencia de trabajo.
    Muchísimas gracias.

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