Primer Secreto: Control estricto.
Las empresas sin crisis saben perfectamente la composición y el coste de su proceso productivo, saben perfectamente en que actividades ganan dinero y en las que no.
El control de los costes es algo fundamental para saber el margen de beneficio que genera cada actividad, para centrarse solamente en aquellas que producen beneficios y no entrar o salirse de aquellas áreas que no los generan.
El control de costes utilizando números y datos, no el “me parece”, el “yo estoy seguro que gano dinero con esto”, es lo que nos permite saber si estamos en el buen camino cuando realizamos una actividad.
Objetivo: saber en que operaciones obtenemos beneficios.
Segundo Secreto: Mejora continúa del producto.
Las empresas sin crisis inciden en una evolución y mejora continúa de su producto o servicio, saben hacer sentir a su cliente que su producto es “mejor” que el de los demás. Es conocido que el valor de un producto o servicio viene dado por lo que el cliente percibe que obtiene, no por su valor intrínseco.
Nosotros podemos tener el mejor producto del mundo que si nuestro cliente lo ve como un producto mediocre o igual que los demás no lo venderemos ni el cliente
Objetivo: distinguirnos de los demás.
Tercer Secreto: Centrados en su actividad
Las empresas sin crisis hacen lo que saben hacer bien. No se les ocurre dedicarse a aquellas actividades ajenas que no son su núcleo de negocio. En otras palabras, delegan esas actividades.
Objetivo: centrarnos en lo que hacemos mejor y delegar lo auxiliar.